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Cuando pensamos en la accesibilidad para peatones, a menudo nos enfocamos en el entorno físico: las calles, los espacios públicos y las comodidades que hacen que caminar y andar en bicicleta sea seguro y accesible. Sin embargo, para aquellos que se sienten expuestos o inseguros debido a la intolerancia, el acoso o las amenazas de violencia, se les niega la posibilidad de caminar. En esta serie de blogs (lea nuestra introducción aquí) exploramos las formas en que los factores sociales, culturales, económicos y políticos afectan el derecho de todas las personas a moverse con libertad y seguridad en sus comunidades.
La justicia de movilidad es un marco que examina y busca abordar las inequidades históricas y actuales de transporte e infraestructura que afectan de manera desproporcionada a las comunidades marginadas. Apoyamos una visión de un mundo arraigado en la justicia social donde las personas se sientan seguras en las calles y puedan construir vidas experimentando la alegría plena del movimiento y la comunidad, independientemente de sus identidades. Creemos que esto es esencial para promover la salud, el bienestar y el éxito de nuestras comunidades.
Piense en los momentos en que alguna vez se sintió incómod o inseguro mientras caminaba solo. Imagina el impacto si esos sentimientos de miedo y vulnerabilidad fueran una presencia constante en tu vida diaria. Imagina ser objeto de comentarios, silbidos o gestos no deseados cada vez que sales de tu casa debido a tu expresión de género. Esa es la realidad para muchas niñas, mujeres, personas no binarias e intersexuales que experimentan acoso callejero, ya que el 65 por ciento de todas las mujeres han sufrido acoso callejero. Entre todas las mujeres, el 23 por ciento ha sido tocada sexualmente, el 20 por ciento ha sido seguida y el 9 por ciento ha sido obligada a hacer algo sexual. La cosificación y la invasión del espacio personal pueden hacer que uno se sienta ansioso, cohibido, humillado y temeroso. Ese tratamiento socava la autoestima de una persona y crea un entorno hostil en el que no puede disfrutar plenamente de su entorno.
El acoso sexual callejero debilita estos valores al crear un entorno en el que las personas, en particular las mujeres y las personas de género diverso, se sienten inseguras y no respetadas en los espacios públicos. Exploremos algunas de las conexiones importantes entre la violencia de género y la justicia de la movilidad:
Acceso a espacios seguros: La violencia de género muchas veces restringe la movilidad de las mujeres y las personas de género diverso. El miedo a la violencia en los espacios públicos, incluyendo las calles, el transporte público y las áreas recreativas, puede limitar su capacidad para moverse libremente y participar en la vida pública. La justicia de la movilidad aboga por la creación de espacios seguros e inclusivos que permitan a todos, independientemente de su género, navegar por sus entornos sin temor a sufrir daños o acoso.
Desigualdades en el transporte: En muchas comunidades, el acceso a un transporte seguro y confiable es una cuestión de género. Las mujeres, personas no binarias y las personas intersexuales pueden enfrentar unos desafíos específicos para acceder al transporte debido a rutas limitadas, iluminación inadecuada o preocupaciones sobre la seguridad durante las horas nocturnas. Abordar estas desigualdades en el transporte es esencial para promover la justicia en la movilidad y garantizar que todas las personas tengan el mismo acceso a los servicios esenciales, la educación y las oportunidades económicas.
Acoso y agresión en espacios públicos: La violencia de género, como el acoso callejero y la agresión sexual, puede ocurrir durante cualquier viaje diario. Esto disuade a las mujeres y a las personas que se presentan como mujeres de usar el transporte público o moverse libremente en los espacios públicos. La justicia de la movilidad busca emprender estos problemas promoviendo opciones de transporte seguro y la implementación de políticas que protegen a las poblaciones vulnerables de la violencia y el acoso.
Planificación urbana y seguridad: La justicia de la movilidad enfatiza la importancia de considerar diversas perspectivas y las necesidades en el planeamiento urbano. Las mujeres y las personas de género diverso pueden tener diferentes rutas y requisitos de movilidad, que deben tenerse en cuenta al diseñar espacios públicos y sistemas de transporte. La creación de vecindarios transitables, calles bien iluminadas y transporte público de fácil acceso puede mejorar la seguridad y fomentar la participación equitativa en la vida pública.
Desplazamiento y vulnerabilidad: Durante los tiempos de desplazamiento debido a desastres naturales, conflictos o razones económicas, las mujeres y las personas de género diverso pueden enfrentar una mayor vulnerabilidad a la violencia de género. La justicia de la movilidad apoya la protección y respalda a estas poblaciones durante tales crisis, asegurando que su movilidad no se vea más restringida y que tengan acceso a refugios y recursos seguros.
Obstáculos para denunciar y buscar ayuda: La violencia de género puede disuadir a las sobrevivientes de denunciar incidentes o buscar ayuda. El acceso limitado a transporte y espacios seguros puede dificultar que los sobrevivientes escapen de situaciones peligrosas o accedan a servicios de apoyo. La justicia de la movilidad busca eliminar las barreras para denunciar y buscar ayuda al garantizar que los recursos y el apoyo sean fácilmente accesibles para todas las personas.
Para abordar la violencia de género, es fundamental entender la transversalización de género. La transversalización de género es un concepto y estrategia con objetivo de integrar la perspectiva de género en todas las etapas y aspectos de los procesos de formulación de políticas, de programación y toma de decisiones. Reconoce que existen desigualdades de género y busca abordarlas considerando sistemáticamente las diferentes experiencias, necesidades y prioridades de mujeres, hombres y personas de género diverso. El objetivo es lograr la igualdad de género asegurando que las perspectivas de género se integren en todas las políticas y prácticas en lugar de tratar el género como un tema separado.
Reconocemos que no somos líderes en este movimiento, pero todos tenemos un papel que desempeñar para acabar con la violencia de género. Nuestro trabajo central de crear calles y lugares seguros para todas las personas permanece. Continuaremos construyendo relaciones significativas con las comunidades marginadas y nos solidarizamos con un compromiso activo. Podemos construir y fortalecer comunidades caminables y accesibles al educarnos sobre el tema, hablar en contra del acoso y apoyar a las organizaciones que trabajan para lograr espacios públicos más seguros. Podemos contribuir a crear una sociedad donde todos se sientan seguros y respetados.
Recursos adicionales
Para aquellos que buscan recursos e información sobre la violencia de género, las siguientes organizaciones, junto con muchas otras, se dedican a poner fin a la violencia de género y el acoso callejero, mientras abogan por una sociedad más inclusiva y equitativa. Siga su trabajo que brinda acceso a recursos y oportunidades para mantenerse informado:
- National Plan to End Gender-Based Violence
- Stop Street Harassment
- Right to Be
- Care.org
- YWCA GBV Fact Sheet
Lea el blog anterior de esta serie aquí.