Cuando las personas piensan en la accesibilidad para peatones, muchas veces se enfocan en el entorno físico: las calles, los espacios públicos y las comodidades que hacen que caminar sea seguro y accesible. Pero las cuestiones sociales, culturales y políticas son igualmente o más importantes. Si uno se siente expuesto o inseguro debido a la intolerancia, el acoso o las amenazas de violencia, entonces un lugar no es accesible o caminable para ellos, sin importar la calidad de las aceras, los cruces peatonales o las comodidades. La caminabilidad y la accesibilidad están incompletas si no abordamos todas las barreras para los miembros de la comunidad, particularmente para los más marginados.
Esta es una publicación introductoria a una serie de blogs en la que America Walks explorará las formas en que los problemas sociales actuales se intersecan con nuestra misión y cómo podemos trabajar juntos para crear comunidades accesibles para todos. Esperamos brindar a nuestros lectores los recursos, las herramientas y el análisis para ser mejores aliados en el trabajo de la justicia de la movilidad.
La justicia de la movilidad es un marco que examina y busca resolver las inequidades históricas y continuas de transporte e infraestructura que afectan de manera desproporcionada a las comunidades marginadas. Apoyamos una visión de un mundo enraizado en la justicia social donde las personas se sientan seguras en las calles y puedan construir vidas con la alegría plena del movimiento y la comunidad, independientemente de sus identidades. Creemos que esto es esencial para promover la salud, el bienestar y la prosperidad de nuestras comunidades.
Consideremos cómo caminar puede tener un significado único para diferentes personas. Por ejemplo, para algunas personas, caminar puede significar tiempo libre y movimiento; para otros, caminar puede simbolizar libertad, empoderamiento y resiliencia; para otros, caminar es una necesidad de la vida cotidiana para acceder a la escuela, el trabajo y la comunidad. Exploremos las formas en que caminar puede ser significativo:
La seguridad y protección
Para las personas, en particular las de comunidades desproporcionadamente afectadas por la violencia o la discriminación, caminar con seguridad en los espacios públicos puede ser un acto de resistencia y reclamar su derecho a existir y moverse sin miedo. Es un acto de supervivencia. Caminar con una sensación de seguridad y libertad les permite acceder a recursos esenciales, relacionarse con sus comunidades y participar en actividades diarias sin enfrentar acoso o violencia.
El acceso a los recursos
Caminar puede ser un medio para acceder a recursos vitales como el empleo, la educación, la atención médica y los servicios sociales. En áreas con transporte público limitado o donde los costos de transporte son prohibitivos, caminar se convierte en un modo de transporte práctico y asequible, lo que garantiza el acceso a estos recursos que de otro modo estarían fuera de su alcance.
La conexión comunitaria
Caminar puede facilitar las conexiones. Ofrece oportunidades para interacciones informales, creando un sentido de pertenencia y solidaridad. Caminar juntos puede promover experiencias compartidas, generar confianza y fortalecer la red social, que son particularmente importantes para las personas que enfrentan aislamiento social o marginación.
La visibilidad y representación
al caminar con confianza y sin disculpas, cualquier persona puede desafiar los estereotipos y las percepciones sociales que pueden tratar de borrar o marginar su presencia. La visibilidad conduce a la aceptación y la comprensión a través del caminar. Puede desafiar las normas sociales, alterar los prejuicios, exigir reconocimiento y respeto por las identidades y experiencias vividas.
La acción política y activismo
Caminar puede servir como una herramienta poderosa para la defensa y el activismo. Las marchas, protestas y demostraciones a menudo implican caminar, lo que permite a las comunidades marginadas hacerse escuchar, crear conciencia sobre las injusticias sociales y exigir un cambio. Caminar como un acto colectivo puede dar visibilidad a unos problemas específicos y movilizar el apoyo para la mayoría de las causas.
El bienestar mental y físico
Caminar tiene numerosos beneficios para la salud física y mental. Para las personas marginadas que pueden experimentar niveles más altos de estrés, discriminación o acceso limitado a la atención médica, caminar puede brindar una forma de cuidado personal, reducción del estrés y una oportunidad para conectarse con la naturaleza o su entorno.
Libertad de Movimiento serie de posts
Factores como la raza, el origen étnico, el género, el nivel socioeconómico y la capacidad se entrecruzan y dan forma a la importancia y la experiencia de caminar para las personas. Reconocer y comprender estas perspectivas únicas ayuda a crear entornos sociales inclusivos y accesibles. Esto apoya los esfuerzos para abordar las barreras sistémicas que pueden impedir la movilidad segura y equitativa de las personas marginadas. La justicia de la movilidad es esencial para promover la equidad, garantizar el acceso a los recursos esenciales, apoyar la sostenibilidad ambiental, mejorar la salud y el bienestar, fomentar las oportunidades económicas y construir comunidades fuertes y conectadas.
La verdadera accesibilidad y caminabilidad se puede lograr cuando desmantelamos las barreras que impiden que los miembros de la comunidad participen plenamente. Exploraremos estos temas con mayor profundidad en las próximas publicaciones de la serie “Libertad de movimiento”.